A diferencia de la mayoría de las fuentes de energía renovables, la geotérmica no tiene su origen en la radiación del Sol sino en la diferencia de temperaturas que existe entre el interior de la Tierra y su superficie.
Contrariamente a la energía solar o a la eólica, la energía geotérmica no depende del clima, de la radiación solar ni del viento. Está disponible 24 horas al día, 365 días al año.
Aunque inicialmente un sistema con bomba de calor geotérmica para una casa individual supone un coste de inversión elevado respecto a una instalación convencional supone un gran ahorro energético lo que hace que su periodo de amortización se sitúe entre 4 y 8 años.
Las bombas de calor geotérmicas tienen un elevado rendimiento energético, por cada Kw de energía eléctrica que consumen pueden producir entre 3 y 5 Kw de energía térmica para calefacción, refrigeración y producción de ACS.
Hasta el 75% de lo que necesita la calefacción puede ser obtenida directamente del medioambiente de forma gratuita. Tan sólo el 25% deberá ser producido mediante electricidad. Las bombas de calor son capaces de aprovechar tres fuentes geotérmicas diferentes dependiendo de su tecnología: tierra, aire y agua.