Las bombas de calor geotérmicas aprovechan la temperatura estable del terreno para proporcionar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año con los máximos niveles de eficiencia y confort.
Son compatibles con instalaciones de radiadores de baja temperatura, fancoils o suelo radiante, aunque con éste último se consiguen los mejores índices de eficiencia energética.
Una bomba de calor geotérmica es un equipo compacto y silencioso que cabe perfectamente en un sótano o garaje. No requiere de grandes espacios para su instalación y los captadores subterráneos pueden ser instalados de manera vertical u horizontal, dependiendo de la superficie exterior disponible, o bien aprovechar un acuífero subterráneo o un pozo abierto.