La energía solar térmica puede utilizarse como apoyo al sistema de calefacción de la vivienda. Normalmente éste tipo de instalación se diseña para cubrir entre un 30 y un 40% de la demanda energética de calefacción, puesto que un mayor aporte supondría encarecer la instalación y la generación en los meses de verano, de un exceso de energía térmica que habría que disipar para evitar el sobrecalentamiento de los colectores al no consumirse la energía generada. Una opción para evitar este sobrecalentamiento es utilizar el exceso de agua caliente producida una vez que finaliza el periodo de calefacción para climatizar la piscina alargando de esta forma el periodo de baño.
Lo ideal para conseguir una eficiencia energética superior y un mayor ahorro, es combinar la instalación de suelo radiante con sistemas de producción de energías renovables como la energía solar térmica, la biomasa o la geotermia.
En función del tipo de calefacción que se instale o de que disponga la vivienda (radiadores, suelo radiante, zócalo...) optaremos por colectores de placa plana o colectores de tubo de vacío.
Además en la Comunidad Valenciana, para PARTICULARES este tipo de instalaciones cuentan con una deducción sobre la cuota íntegra del IRPF de hasta un 20% sobre el tramo autonómico para las inversiones realizadas en equipos e instalación, con una base máxima de cálculo de la deducción de 8.000 euros (inversión), IVA incluido.