Las calderas de gasificación de tiro invertido se basan en la combustión del gas generado por la leña y constituyen un sistema muy económico para el sistema de calefacción de viviendas rurales en las que se disponga de leña en cantidad.
Por su elevado rendimiento (92%) y eficiencia, así como por su menor consumo de leña que se obtiene de la modulación electrónica, podemos llegar a tener hasta 7 horas de autonomía entre carga.
Este tipo de calderas constituyen una alternativa ecológica a los combustibles tradicionales (gas, gasóleo o electricidad) para la producción de agua caliente que se utilizará en el sistema de calefacción (suelo radiante o radiadores) o para producir ACS.