Una instalación de energía solar térmica puede cubrir entre un 60 y un 80% del total de la demanda de Agua Caliente Sanitaria de una vivienda, spa, hotel, gimnasio, camping... el resto se suple con sistemas de apoyo como pueden ser calderas de biomasa, calderas de gas…
Las instalaciones solares no se diseñan para cubrir el 100% de la demanda. El problema radica en que la época de mayor demanda de agua caliente (el invierno), coincide con la temporada de menor radiación solar. Para no sobredimensionar la instalación solar y hacerla inviable económicamente, se dispone de un sistema de energía auxiliar o de apoyo para suplir ese déficit energético en los meses más fríos.
Si tenemos en cuenta que el agua caliente de uso sanitario supone cerca del 25% del consumo energético de una vivienda y que además en algunas ciudades su instalación (siempre que no sea obligatoria por el CTE) cuenta con bonificaciones en la cuota del I.B.I. de hasta el 50%, su plazo de amortización se reduce considerablemente.
Además en la Comunidad Valenciana, para PARTICULARES este tipo de instalaciones cuentan con una deducción sobre la cuota íntegra del IRPF de hasta un 20% sobre el tramo autonómico para las inversiones realizadas en equipos e instalación, con una base máxima de cálculo de la deducción de 8.000 euros (inversión), IVA incluido.